Las ficciones orientadoras: Una mirada

 


Una mirada a Las ficciones orientadoras Primera parte

Al caer la autoridad real -las monarquías- cada país afirmo, no la fraternidad universal que predicaba el siglo de las luces, sino su singularidad lingüística, mítica, étnica; sus héroes nacionales, su folklore, etc. Sus leyendas, sus mitologías, sus paisajes fueron los temas de todas la artes, desde las novelas históricas hasta la música: todo el siglo XIX tiene este impulso nacional, en Europa.

Para fomentar el sentimiento de pertenencia nacional y destino común se desenterraron e inventaron las mitologías. El escritor Nicolás Shumway tiene un libro que se llama La invención de la Argentina, en que llama a estas mitologías las ficciones orientadoras. Estas ficciones orientadoras, alentaron a las grandes comunidades europeas a llevar el nombre que hoy ostentan: Alemania, Francia, Inglaterra, Suecia, etc. Uno de los máximos ejemplos son las ficciones orientadoras angloamericanas es el destino manifiesto, y la idea de que Estados Unidos es el país que debe sacar al resto del mundo de entre sus tinieblas y llevarlo hacia la luz por medio de la copia o imposición de sus instituciones políticas, educativas, judiciales, legislativas; así como su sistema económico. Además, dispone de todos los medios modernos masivos de comunicación y, de esta manera, impone un mundo a su imagen y semejanza.   

Una de las grandes ficciones orientadoras o construcciones sociales es la idea de pueblo. Todo se hace en nombre del pueblo, pero nadie ha visto al pueblo. Nadie sale a la calle y dice, hola pueblo como te va. El pueblo es una abstracción sumamente importante porque justifica a todos los gobiernos capitalistas, como el de USA o México o cualquier otro que sea capitalista o colonia o satélite de estos países potencias económicas. Es una ficción mitológica orientadora importante que conduce, manipula en muchos sentidos. Somos hijos ideológicos del liberalismo, estamos hablando de la Ilustración europea, de ahí la idea de un pueblo de ciudadanos, soberano, que más adelante se incorpora en las instituciones.

 

Bibliografía Nicolás Shumway, La invención de la Argentina

fotografía tomada de la red, creditos a quien correspondan


Publicar un comentario

0 Comentarios