Mente al aire


Entre escenarios imaginarios y reflexiones, la rutina se siente liviana; cuando la realidad asfixia, me refugio en el interior de mi ser, el único lugar seguro y reconfortante en medio de todo el caos cotidiano.

Lavando trastes, me voy con el agua derramada, me voy, me voy, me voy, recorro las alcantarillas, visito a los habitantes del mundo subterráneo, y entablo interesantes conversaciones con ellos, me hablan de sus planes, del desprecio hacia mis compatriotas de la superficie, de la podredumbre sobre la que se cimienta nuestra falsa y vacía civilización.

Barriendo, me voy con el polvo, me voy, me voy, me voy, por las corrientes de aire, entre corrientes y remolinos me pierdo y sin darme cuenta aterrizo en el desierto, ¿estoy en México, en Egipto o en Australia? No lo sé, no me importa, sólo contemplo maravillado el paisaje que deleita mi vista, que, aunque se encuentre a kilómetros de distancia, me regocija con su calor, con su ausencia de humanidad.

Escuchando el bullicio del mundo, me voy con el sonido, me voy, me voy, me voy, mis oídos transforman las vibraciones que a ellos llegan, y al ruido le dan sentido, trayendo a mí suaves y armoniosas melodías que deleitan a mi espíritu y lo llevan a mundos oníricos que me hablan de realidades imposibles.

Recibiendo las ordenes y regaños de mis superiores, me voy con la rabia que en mí despiertan, me voy, me voy, me voy, mi corazón se acelera y se sincroniza con el de otros seres que, igual que yo, viven inconformes de este mundo y asqueados de este sistema injusto e inhumano, que arroja a la miseria a las grandes mayorías, sólo para que unos cuantos enfermos ambiciosos puedan darse una vida ridículamente lujosa y llena de bienes innecesarios.

Y así ando todo el día, batallando con la realidad, flotando entre mares de precariedad e incertidumbre, sin rumbo, sin destino, pero con el objetivo claro de nunca dejarme hundir.

Podrán mantener mi cuerpo encerrado en una jornada laboral de 8 o 10 horas, pero jamás a mi mente, ella vaga libre por las inmensidades de la imaginación y de la reflexión.


 

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