¿Te encuestaron? Claudia: una imposición de la 4T

2023 es el año en que se presencia una encuesta que no representa nada, o, mejor dicho, una encuesta que representa un método anacrónico e ineficiente. 


Terrible en términos de proporciones 

En México, según datos del INEGI en el 2020, habitamos 126 millones de personas… ¿y sabes cuánta gente fue tomada en cuenta para la encuesta? Sé que lo sabes, ¡exacto!, ¡solo 12500!  Asumiendo que de esos 126 millones de personas alrededor de 40 millones (más, menos) son menores de edad, hablamos entonces de 86 millones de habitantes. 

¿El 10% de la población podría “representar” a toda la población? Si es así, se necesitaría entonces encuestar  a ocho millones seiscientos mil personas. Redondeando para hacerlo fácil, pongamos que el 10% de la población mexicana adulta son 8 millones, eso significa que el 1% de los ciudadanos mexicanos son 860 mil. 

¿Se encuestó siquiera al 1% de la población adulta mexicana? Obviamente no. ¿Qué representa 12500 personas encuestadas? No es ni el 1.5% del 1%. 

¿Cómo decirlo más claro? Es una encuesta fantasma, minúscula, de nula representatividad. 


¿Y cómo estuvo, cómo fue o qué? 

Además de que se encuestó, proporcionalmente hablando, a casi nadie... todos los demás, es decir, toda la inmensa mayoría de mexicanos, ni sabemos cómo estuvo ese asunto, a quién le preguntaron qué, cómo le preguntaron qué, qué tipos de personas, en qué sitios, etcétera. 

Lo que sí es bien sabido es que el método de la encuesta ya no tiene buen prestigio para efectos democráticos, sino todo lo contrario, se presta precisamente para este tipo de cuestionamientos y sospechas. Lo cual le da elementos para menosprecio, crítica y burla a los opositores llamados por el líder de la 4T: “conservadores”. Acá hay algo irónico, ¿no te parece que la encuesta es un método realmente conservador? 


¿Y el dinero?

Otro asunto bien turbio fue el del dinero. La impresionante aparición de espectaculares y demás propaganda política, sobre todo, de Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López. Casi los veías hasta en la sopa. 

Uno que no es amlover de clóset, sino declarado (pero no fanático ni acrítico), se fastidió de ver al líder cabecita de algodón como una especie de “garantía”. De Marcelo Ebrad, hay un espectacular en Cancún que dice “20 años caminando juntos”, y Claudia siempre utilizando las mismas fotos a lado de AMLO, o en las que él le levanta la mano a ella. Qué fastidio. Sin consistencia, solo "garantía AMLO".


El verdadero ganador moral 

Del único que no presenciamos publicidad bombardeante, y de hecho prácticamente nula, fue de Gerardo Fernández Noroña, quien al aparecer fue el único que hizo las cosas bien, y que, si es lo que parece, actuó con la mayor ética política. En redes sociales es innegable lo que se ha llamado “el fenómeno Noroña”. 

Sin apoyo de empresarios, sin meterse hasta en la sopa, sin espectaculares, sin nada más que su honestidad ideológica y política, Noroña fue el ganador moral de esa terrible encuesta, pero más que nada de todo el contexto sobre la misma. Básicamente se ha convertido en el líder más coherente y congruente del país, inclusive más que el mismísimo López Obrador. 


¿Un error para la continuidad de la 4T en 2030?

Si bien, ni los verdaderos analistas políticos ni otros expertos afines podrían predecir el futuro, cualquiera podría preocuparse en torno a la prolongación de la 4T. 

¿Por qué Claudia? Entre la multitud de detractores (tanto de la oposición, como del mismo movimiento) hay señalamientos, como el del exmorenista de ocasión Germán Martínez, quien en conversación con el periodista Ciro Gómez Leiva, afirmó y enfatizó, con una palabra, lo que fue la polémica encuesta: prestidigitación

¿Por qué Claudia? ¿Porque es mujer, porque la otra candidata es mujer? ¿Cuáles propuestas recuerdas de Claudia, aparte de decir que es el tiempo de las mujeres y así? Además de darnos, ciertamente, la gustosa posibilidad de una primera mujer presidente, ¿qué propone? 

Muchos la miran con sospecha, como el prestigiado Dr. Alfredo Jalife, por ejemplo, uno de los fundadores de MORENA, mira con rechazo a Claudia Sheinbaum, asegurando incluso que es financiada por el multimillonario George Soros y que sus ideales se inclinan al neoliberalismo. Las críticas de Jalife están basadas en datos duros. 




Por otra parte, habrá que charlar un poco con la nueva juventud y darnos cuenta que de historia no saben (ni se interesan) mucho, y que están atrapados y condicionados por el capitalismo y por ende, por el consumismo. Al no haber memoria histórica y sí haber una tendencia aspiracionista en las nuevas generaciones de ciudadanos, no se debe menospreciar la aparición de nuevas figuras políticas carismáticas y con retórica actualizada; es cuestión de tiempo para que surja una nueva oposición fortalecida. 

Ahí está, el todavía impopular, Eduardo Verástegui, aplaudido y apoyado por la "innovadora" nueva derecha, cuya popularidad no se puede negar. Nombres como Donald Trump, el gringo que llegó al poder gracias a las redes sociales, o el atípico Javier Milei, quien también mediante las redes sociales y un gran y peculiar carisma se posiciona como favorito para la presidencia de Argentina. Los amigos de Milei, como Agustín Laje, cuentan con un gran poder de convocatoria particularmente en millennials y centennials.  

En México es casi obvio que ganará MORENA en 2024, pero con una candidata que a muchos nos resulta una opción inquietante, pues como decía en líneas anteriores, la juventud y las ideas serán otras en 2030, y el perfil de Claudia (aún indefinido y constantemente señalada de copia-estilo de AMLO) nos tiene algo preocupados, entre otras cosas debido a su megainversión en propaganda, sus ideales genéricos e indefinidos, sus manchas político-administrativas de gravedad (revisar su historial), su falta de estilo y por tanto de identidad, su poca estrategia comunicativa, sus nulos recursos argumentativos, su forzada bandera ¿feminista?, etcétera. 

Todos estamos de acuerdo que nadie quiere que vuelva el PRIAN, pero, ¿y si ya está volviendo algo equivalente? 

Ojalá nuestras preocupaciones desaparezcan y que la 4T (con lo que el término significa) siga vigente, amén. 

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