¿Por qué mi mamá no tiene amigas?

 


 "¡Deteneos! ¿Qué es eso? ¡Vaya, señoritas! Lucrecia, ¿no sabe usted que este juego está estrictamente prohibido por su padre? iRidículo juego! Ya no es usted una chiquilla."

Leonora Carrington


Un tema del que se habla poco, pero que muchos y muchas quizás tenemos en nuestra mente es el por qué pareciera que un gran número de mamá se van quedando sin amigas con el tiempo. Esto, lejos de parecernos sospechoso se nos hace lo más normal del mundo, por que ¿Qué es lo que debe tener una mujer en su vida? Muchas personas a las que le he preguntado eso, tienden a decir inmediatamente una familia, un esposo, uno o varios hijos, una casa, una carrera, etc. Prioridades y situaciones aparte, es algo que culturalmente nos han enseñado a pensar casi instintivamente. 

    Con los años muchas amigas mías se han quedado de ver y han tenido que cancelar en varias ocasiones ya que tienen que estar disponibles 24/7 para y por sus hijos, sus maridos o sus familiares cercanos, principalmente, sus madres.

    Ahora bien, ¿Qué es lo que nos lleva a plantearnos que esto sea un motivo por el cual alarmarnos?
Pues bien, lo primero es que desde una edad de entre los 3 a los 12 años las mujeres tienen un gran número de amistades del género femenino.  
 Pero después de esas edades, las cosas van cambiando, salen de la pubertad y empiezan a ser adolescentes para entonces iniciar una nueva etapa en su vida: se vuelven mujercitas.

Está de más decir que hay mujeres que a una edad muy temprana comienzan a tener su periodo, así que no, no me refiero al periodo, me refiero más bien, a la edad en la que la sociedad comienza a sexualizarnos. Es muy curioso que las frases ya eres una mujercita, "ya no eres una niña" "tienes que empezar a darte a respetar y la peor de todas: compórtate como una señorita" se vuelven el pan de todos los días. Tanto en sus escuelas como en casa, y no se diga en los medios masivos de comunicación. ¿Pero esto de dónde viene? y ¿para qué sirve? Pues bien,  existen obras muy peculiares que no vale la pena mencionar aquí, así que no contestaré esa pregunta, ya que lo que me interesa es contarles para qué sirve.

En una sociedad como la nuestra: patriarcal, falocéntrica y bueno, añadan lo que ustedes quieran; siempre estará regulado nuestro comportamiento por las "buenas costumbres" que no es otra cosa que una clase de normas sociales que en su momento propiciaban orden en los espacios públicos y privados y que antes eran leyes establecidas y bien conocidas por todos. Posteriormente estas normas, fueron tomadas por la gente tomó ya como parte de su idiosincrasia, muy a pesar de que ya la ley no contemplaba ese tipo de sentencias y, además de ello, ya no cabían en nuestra sociedad moderna. 

Por otro lado, es importante entender cómo se relaciona esto con el título de esta entrada, pues bien, las mujeres cuando  somos niñas debemos estar juntas para comprender cómo socializar y para encontrar a nuestros iguales, sin embargo, al llegar la adolescencia, esa compañía se vuelve un obstáculo para los objetivos de la sociedad patriarcal en la que vivimos; el mensaje cambia y entonces te tienes que volver señorita, observar cómo se comportan las demás y superarlas. 

Esto irremediablemente evoluciona en el "no hay peor enemigo de una mujer que otra mujer" y claro que entonces entramos en una especie de duelo medieval donde debe defenderte con uñas y dientes, para lograr llamar la atención del sexo masculino. 

Pero esto está tan alejado de lógica al igual que la idea que se tiene de que las mujeres hemos sido hechas para estar al lado (o atrás) de un hombre. Esto solamente cumple el objetivo de procurar que procreemos una nuevo ser al lado de nuestras parejas, específicamente hablando en parejas heterosexuales, para así apoyar al sistema y a la sociedad con la creación de un nuevo ente que en un futuro no muy lejano, se vuelva miembro activo y productivo de la sociedad. 

Con esto, no quiero decir que sea malo o bueno ser de determinada orientación sexual, ese no es el punto, pero sí es importante señalar que la forma en que sexualizan a las infancia, cada vez desde una edad más tempana, es alarmante. 

Estas ideas pues,  parten de una sociedad que impulsa a aquellas niñas quienes apenas dan sus primeros pasos a tener cada vez menos amigas en la escuela porque "fulanita es más bonita" "sultanita es de una buena familia" o solamente por que la otra chiquilla es distinta. 

Pero la cuestión aquí es ¿por qué esto no nos alarma? y ¿por qué es mejor que dicha socialización siempre incluya un solo tipo de identidad sexual? Pues porque esto nos preparará para la irremediable maternidad y vida en pareja donde la mujer se queda en casa y el hombre sale al mundo a ser libre como siempre lo ha sido a diferencia de nosotras, sí, libre, libre de sentarse como el quiera, libre de expresar e imponer sus puntos de vista a la hora y en el lugar que quiera porque es un hecho que pocos o nadie lo callarán. 

Todos sabemos que en nuestra sociedad "moderna" lo que importa es siempre que la mujer se quede dentro de casa, alejada, y solo se ocupe de maternar y cuidar, a sus hijos,  a su pareja, sus hermanos, su padre y demás.

 Y esto aplica para parejas de cualquier orientación, ya que siempre es preferible que una persona cumpla un rol y la otra persona cumpla el rol "opuesto". Si en nuestra sociedad nos desbocamos como caballos, al puro estilo de Lucrecia en La Dama Oval, somos juzgadas y castigadas. 

Mientras tanto, tenemos que entrenarnos como madres, enfermeras, niñeras, damas de compañía, influencers, administradoras, equipo de edición y corrección, costureras, etc., ¡¿cómo esperamos entonces tener tiempo para tejer redes con otras mujeres?! Para compartir nuestras ideas, nuestras inquietudes. Lo que hacemos es magia. 


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