Día de muertos en México

 Día de muertos en México



Algunos creadores de contenido han estado afirmando en sus redes sociales que la tradición de día de muertos nos es ajena, que la trajeron los soldados conquistadores y los frailes que llegaron con ellos de Europa. En nuestro país hay indicios de entierros y del culto a los muertos desde antes del nacimiento de Teotihuacan; así encontramos ofrendas en Copilco, Tlapacoya y otros sitios. Posteriormente encontramos estas prácticas funerarias en Teotihuacan, así como en otras culturas posteriores. Si bien no son los elementos tan elaborados que vemos hoy día, si contenían los elementos básicos que aún son utilizados para este ritual.
Había al menos cinco veintenas dedicadas a los muertos en el calendario mexica, así como en otras culturas del mundo náhuatl. Iré publicando estas fechas y sus rituales; así como sus ofrendas que le eran colocadas a los difuntos, según la manera en que morían.
La veintena Tititl* (12-31 de enero) en ella se celebraba a la poderosa Cihuacóatl, también conocida como Ilamatecuhtli, “señora vieja”, una advocación de Teteo Innan, “la madre de los dioses”, así como a Mixcóatl, prototipo de los guerreros muertos en combate, y era la fiesta de los finados, a quienes se recordaba cada año poniendo una ofrenda en su memoria**; sobre un petate se colocaba una imagen representando al difunto sentado sobre una especie de sillón hecho de varas entretejidas, con el asiento y el respaldo de palma tejida, y si había sido un hombre valiente o un señor o valiente, vestíanle de una manta rica; le colocaban el bezote que utilizaba en las fiestas, el atado de plumas sujeto atrás de la cabeza y muchos perfumes; frente a esta representación se colocaba mucha comida, la cual era convidada a los principales, al finalizar, se encendía la tea y se quemaba todo. Esta celebración se llamaba quixebilotia (en memoria) y la hacían cada año los hijos o parientes -al parecer, estaba dedicada a quienes habían tenido una muerte natural (habían llegado al sol poniente)- por lo tanto, el cielo que les correspondía era el Mictlan. Esta celebración coincidía con el final y el inicio del ciclo anual solar, con el “año viejo” y la evocación a los muertos

*Lo que conocemos actualmente como meses, en el México antiguo, estaban constituidos por veintenas, es decir, meses de veinte días

**Un manojo de ocote vestido con una manta o camisa; con nahuas si era mujer, junto con platos, jarros o vasos y otras cosas de casa.

Fuentes: Fray Diego Durán, Fray Bernardino de Sahagún, Federico de Alba Ixtlilxóchitl, Ángel María Garibay y Miguel león portilla.


Publicar un comentario

0 Comentarios