Bloqueo creativo: ¿qué es y cómo lo estoy combatiendo?


Quisiera evitar iniciar esta entrada con una definición de lo que es bloqueo creativo. Sin embargo, me atrae mucho la lógica y pienso que es necesario pensarlo. Pero como al mismo tiempo soy muy floja y siento que me va a distraer de la idea que tengo en este momento mejor les dejo el link de la definición sobre las palabras bloqueo creativo

Tal vez estés aquí por casualidad o porque realmente te atrae el título. Bienvenido

Hay un par de cosas que puedo asumir de ello: eres escritor, artista o has tenido algún roce con crear algo nuevo. Desde crear contenidos en vlogs hasta encontrar una idea para tu próxima gran novela, esa que revolucionará la literatura, etcétera, etcétera, el bloqueo creativo ha actuado como un Dementor y ha extraído hasta la última gota de felicidad (y de imaginación) que te quedaba.

En estos meses podría culpar quizás al hecho de que me enfermé de COVID (nadie está a salvo de esa cosa) o que me encuentro en un limbo pues no estoy segura de qué es lo que va a suceder a continuación en mi vida: los trámites interminables continúan, pero al menos ya veo avance. Estoy en una etapa rara que se resume en “y ¿ahora qué?”Pero no puedo echarle solamente la culpa a eso. 

Además de ello he leído un poco al respecto y me he encontrado con que el bloqueo creativo se manifiesta en cualquier etapa, en toda circunstancia y es parte del proceso de la vida de quien ose llamarse escritor, artista, dibujante y demás pero no necesariamente porqu falta de capacidades intelectuales o lógicas para hacerlo.

Así como el duelo, estos últimos meses me han servido para entender que el bloqueo creativo tiene por sí mismo ciertas etapas que al mismo tiempo no están definidas del todo: sigo descubriéndolas y viviéndolas. La negación, el rechazo, la negociación y demás son palabras muy usadas para definir un proceso de esta categoría así que no las explicaré de ese modo. Por lo que quizás pudiera englobar todo MI PROCESO eso en algo como esto:

Bloque creativo-no puedo escribir-me quejo de que no puedo escribir-procrastinación-depresión-culpa-deseo de escribir-bloqueo intelectual-más procrastinación-bloqueo emocional-depresión-me niego a escribir-no puedo escribir- más culpa-escribo-vuelve a empezar*. 


Sin embargo, llega un momento en que tu misma/o/e le dices a tu yo creativo “amiga ¡date cuenta!” y dejas de hacer todo lo que no funciona e intentas hacer algo que sí te haga sentarte como mínimo una hora diaria frente a la pantalla, sin un plan al principio, sin una gran idea, solamente porque tienes que y existe la necesidad imperante de hacerlo. 

Para mi fortuna, en medio de todo el caos y el montón de libros que he adquirido este año encontré algo que me ayudóa salir de ahí. Si existiese una sección de autoayuda para el bloqueo creativo en cada librería sería muchísimo más fácil encontrarlo. Hablo del libro Writing Fiction, producto de varios profesores del ovacionado Gotham Writing Workshop. Sus capítulos cortos, concisos y muy bien estructurados; sus ejercicios simples y amables que bien pueden ser para principiantes o no son una suave palmada en el lomo, un roce con verdadera empatía. “¿Escribir? ¡claro! ¿cuando? ¡ya!”

Anteriormente me he encontrado otros similares. Regularmente hago ejercicios que he ido aprendiendo en talleres y que otros autores exponen en sus redes sociales.

Además, autores como Angélica Santa Olaya, Alberto Chimal, Adrián Esparza o Gabriel Vázquez me han ayudado en distintas ocasiones. Ya sea en persona, redes sociales, a través de sus libros y talleres; me han enseñado a mantenerme actualizada sobre las circunstancias que rodean el proceso de la escritura y, por ello, estoy sumamente agradecida. 

Escribir por escribir también está bien, pero hay algo que también recuerdo me provocaba miedo: “¿lograré que me publiquen?” me he cuestionado varias veces. Ya ha sido publicada pero el miedo es siempre el mismo; carcome los dedos en el teclado y poco a poco se convierte en un roce molesto que va penetrando en cada uno de los golpeteos. ¡tac-tac! “¿me van a publicar?” ¡tac-tac! “¿soy lo suficientemente bueno?” ¡tac-tac!…

 Muy pocas personas te preparan para eso. ES UN PROCESO TOTALMENTE DISTINTO. Carlos Bustos, un muy querido maestro que muchos extrañamos hasta el alma, nos enseñó en uno de sus seminarios que detrás del proceso mágico también está la denominada mercadotecnia. Una especie de autogestión cultural que te hará “dar el salto”.

Este proceso empieza muy lentamente para algunos. Desde tomar la decisión de salir del closet y comenzar a llamarte escritor, hasta crear tu propia página, tu correo profesional, imprimir (¿por qué no?) tus tarjetas de presentación, hacerte difusión, darle forma a tu blog. Algo que Adrián Esparza me enseñó es que también es necesario entrar en contacto con otros escritores con larga o corta trayectoria. Todo eso es parte de ese proceso y no por ello, le resta magia a todo lo demás. La escritura es pues, un proceso que va más allá de estar solo a las tres de la mañana, escribiendo o esperando que las musas te hablen al oído.

El bloqueo creativo es entonces parte de ese proceso, pero hay que darle la vuelta y evitar (en la medida de la posible) caer en él. 

Recibir un reconocimiento por estar en un taller de escritura creativa, de novela o de algún método super reconocido es solo una pequeñísima parte, pero no es totalmente necesario. Puedes tener recursos, miles de talleres y reconocimiento y aún así no lograr que te publiquen en el lugar que tu quieres.

 Luchar cada día por escribir apenas es como una oración que elevas hacia las deidades celestiales hasta que los empuja, los traspasa y continúa subiendo hasta donde te de el aliento, para luego volver a tomar aire y subir de nuevo hasta que esa pequeña idea explote en el cosmos. Sin embargo, también existe el vacío; la última, o quizás antepenúltima frontera a la que te diriges terminará por devorarte si no haces algo, si no piensas que obtienes a cambio un beneficio, si te paraliza el miedo. 

Si lo que deseas es escribir de forma terapéutica, vivir de la escritura (¡ternurita!), ser publicado; sigue escribiendo. Ya hablaré en otra ocasión un poco de lo que he aprendido hasta ahora de la autogestión.

Por ahora ¡escribe!


*aplican restricciones

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