Algo acerca de los "Pueblos magicos"

 Algo acerca de los "Pueblos magicos"




Estos pueblos de México donde más o menos se conserva en la arquitectura o en el paisaje algo de lo que fueron -que arquitectónicamente se extinguen porque el ladrillo, el adobe, las tejas de color rojo, así como otros materiales de construcción típicos de cada lugar desaparecen a favor de los techos de hormigón y acero, las paredes de block de medio concreto, bastante feo y gris, y las ventanas de fierro y cristal- estos pueblos ya no existen o se extinguen. Otra de las razones es, sin duda, la tecnología: los teléfonos, el zoom, el internet, que destruyen, carcomen, este entramado social que permite que la gente se reconozca de un pueblo o de otro*. En realidad, todos los pueblos en México y otros países, sin duda, están condenados a ser convertidos en arrabales y pequeñas Disneylandias de las trasnacionales turísticas en las cuales se intenta conservar, a duras penas, aquello que los volvía populares en algún momento. Son cosa que no existen más que como dependencias de la ciudad: todo tiene que ver ya con la urbe, aunque la urbe no tiene ya que ver consigo misma. Este fenómeno esta relacionado con el fluido energético de la información, y como en los pueblos hay poca información o había poca información, han quedado aún más relegados, de lo que ya estaban hace 100 años. Hace 100 años cada pueblo tenía una personalidad distintiva, o algo que los volvía únicos. El hecho de que en los llanos de Apan se diese el maguey o agaves en Jalisco; el hecho de que la tierra fuera roja o fuera negra; tuviera un rio, un lago o cuevas; tantas cosas que hacían que cada pueblo creyese en su singularidad, incluso en su originalidad: hoy en día eso no existe. Es una falacia creer que los pueblos aún conservan su carácter. Para todo hay excepciones y en México hay ciertos lugares, como en Chiapas, Coahuila, Sonora, Oaxaca, Puebla, etc., donde aún se conservan las tradiciones. Pero la gente se cuelga de estás tradiciones -que están siendo erosionadas, deslavadas continuamente- para ofrecer servicios turísticos y el resultado es que los pueblos han empequeñecido y adquirido este carácter mercantilista de pequeñas maravillas de Pueblos mágicos y se han convertido en arrabales de ciudades que exigen sudor, energía, trabajo. Pueblos restaurant, pueblos dormitorio a los cuales acude la gente cansada de bregar en las ciudades.



*Los celulares no tienen la culpa, son instrumentos de poder, de información y pueden ser usados a favor o en contra. 










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